Dos mujeres, que acuden a velar a surecién fallecido marido, descubren enel tanatorio que además de viudezcomparten difunto. Cara y cruz,ambas están condenadas a entenderse,pues el ausente marido deja untestamento envenenado: tendrán quecompartir piso. Mientras superan lapérdida sufrida y la in delidad deldifunto, acabarán entablando amistady necesitándose mutuamente. Marca: BIBLIOMANAGER